Ya sea su primera pieza tufteada o una de muchas, usted ha invertido considerable esmero en su elaboración. Con un mínimo mantenimiento, esa misma alfombra podrá conservar su vivacidad, suavidad y belleza durante años venideros.
La lana es un material de alta calidad extraordinario: resistente, naturalmente repelente a la suciedad y sumamente acogedor. No obstante, requiere un trato delicado. Si alguna vez ha encogido accidentalmente un suéter de lana, ya sabrá que el calor y el agua no se mezclan bien con este material. Lo mismo se aplica a su alfombra tufteada. En lo que respecta a la limpieza, la delicadeza es siempre la mejor opción.
Por qué puede encogerse la lana
Lo que sucede a nivel microscópico: Las fibras de lana están cubiertas de diminutas escamas. Cuando se añade calor, humedad y movimiento —como en un lavado caliente o un frotado intenso— esas escamas se abren y se entrelazan. Esto se denomina afieltramiento y es lo que provoca que la lana se encoja. Una vez que ocurre, ¡no puede revertirse!
Qué evitar (realmente, realmente evitar)
Evite introducir su alfombra en una lavadora y secadora. Las alfombras tufteadas tienen un respaldo encolado, por lo que el agua puede aflojar el pegamento y dañar la alfombra. Además del agua, las altas temperaturas de una lavadora y una secadora encogerán la lana.
- 🚫 Nada de agua caliente o vapor caliente
- 🚫 Nada de empapado completo para proteger el pegamento
- 🚫 Nada de frotado agresivo
Cómo limpiar su alfombra de lana tufteada (de manera segura)
Si se derrama un líquido en su alfombra, siempre decimos: Actúe mientras esté húmedo. No permita que una mancha de café o de coca cola se seque en su alfombra. Si su alfombra necesita limpieza:
- ✅ Utilice únicamente agua fría o tibia — el agua caliente = riesgo de encogimiento.
- ✅ Presione suavemente, no frote — la fricción puede causar afieltramiento.
- ✅ Utilice un detergente suave apto para lana o vinagre diluido — y pruébelo primero en una esquina.
- ✅ Para alfombras grandes o valiosas, considere un limpiador profesional de alfombras de lana — asegúrese de mencionar que es de lana. Algunos limpiadores ofrecen limpieza con espuma seca.
Secado: déjela reposar en una habitación bien ventilada
Para secar su alfombra, déjela reposar en una habitación bien ventilada. La lana es altamente transpirable, lo que significa que la humedad atrapada en las fibras puede escapar fácilmente durante el secado al aire. Esto la hace menos propensa al moho en comparación con fibras sintéticas como el hilo acrílico.
Su capa exterior naturalmente repelente al agua evita que el hilo de lana se empape, y su estructura interna transpirable ayuda a que se seque eficientemente sin necesidad de calor. Es por eso que el secado al aire es el método más adecuado y seguro para las alfombras de lana: funciona en armonía con las propiedades naturales del material en lugar de ir en contra de ellas.
- Siempre seque al aire en posición horizontal — no cuelgue la alfombra, ya que esto puede estirarla.
- Nuevamente, evite las fuentes de calor — puede parecer una buena idea, pero no seque su alfombra sobre radiadores calientes. Y no utilice secadoras ni secadores de cabello.
- Consejo profesional: Asegúrese de que la alfombra esté completamente seca tanto por el frente como por el reverso antes de colocarla nuevamente en el suelo.
