El artista destacado de tufting de esta semana es Charlie Serotoff, un artista textil de 40 años radicado en Nueva York. Visite el Instagram de Charlie @charliethetuna1 y su sitio web Rugs of Reflection.
Durante el día, Charlie trabaja en el sector tecnológico, pero en su tiempo libre se sumerge en el mundo de la fabricación de alfombras, utilizando tufting como medio para procesar emociones y explorar las complejidades de las conexiones humanas.
Del primer taller a la inmersión total
El viaje de Charlie en tufting comenzó en noviembre de 2023 con un simple taller. «Quedé enganchado al instante,» recuerda. Ahora, alquila un espacio de estudio para crear alfombras más grandes y complejas, canalizando sus experiencias y emociones en cada pieza.
«Lo que más me cautiva es cómo tufting me sumerge en un estado de flujo. El tiempo desaparece mientras traduzco sentimientos y conceptos en lana y color, una línea a la vez.»
El significado detrás de «Sonder»
La alfombra que Charlie comparte con nosotros esta semana está inspirada en el concepto de «sonder»: la comprensión de que cada persona con la que uno se cruza, ya sea un extraño, un camarero o un barista, tiene una vida tan intrincada y compleja como la propia.
«Es una sensación surreal y extraña: que nunca llegaremos a conocer realmente nada sobre casi todas las personas con las que nos cruzamos en la calle. El inmenso volumen de conocimiento, experiencia y conexiones que queda flotando en el pequeño universo singular de la experiencia vital de cada individuo parece abrumador.»
La paleta en blanco y negro de la alfombra refleja la superficialidad de las primeras impresiones, cómo a menudo vemos a los demás solo como figuras pasajeras. Pero las líneas fluidas y el sutil efecto tridimensional invitan a una observación más detallada, al igual que ocurre con las verdaderas conexiones humanas.
«El rostro en el centro capta esta tensión entre la superficie y la profundidad. Las líneas fluidas se disuelven en el fondo… las vidas de las personas se entrecruzan y se entrelazan, a menudo inadvertidas y sin un impacto duradero.»
Para Charlie, esta alfombra es un recordatorio de la profundidad oculta en la historia de cada individuo, una llamada a observar más, a mirar más allá de lo inmediatamente visible.
El proceso creativo
Dar vida a esta alfombra requirió aproximadamente 25 horas desde el diseño hasta el tufting, el encolado y el tallado. ¿Uno de los mayores desafíos? La selección del color.
«Tengo daltonismo parcial, por lo que me resulta muy difícil seleccionar los colores adecuados, especialmente para los degradados. Inicialmente estaba eligiendo verdes en lugar de grises, pero un amigo me ayudó a encontrar los tonos correctos.»
Charlie utilizó hilo acrílico para la pieza y, si tuviera que tejerla de nuevo, consideraría simplificar ligeramente el diseño reduciendo el número de tonos de gris.